domingo, 25 de enero de 2015

Summerhill



    ¡He perdido el miedo a volar! y decir eso después de viajar con Ryanair ¡es mucho decir! (mi curso de 10 días de Vipassana ha tenido muuuuucho que ver).
     Domingo frío de enero, vuelo (sin miedo) a Londres, cojo bus a Ipswich, tren a Saxmundham y taxi a Leiston donde está mi destino, la Escuela-internado Libre de gestión democrática más antigua. Summerhill está en el countryside, a 170 Km. al noreste de Londres, cerca del mar. A día de hoy, cuando va a cumplir casi 100 años de vida, cuenta con 70 niños y niñas de edades entre 7 y 17 años que viven y estudian en un campus precioso.

    Mucha gente vinculada al mundo de la educación ha oído hablar de Summerhill o incluso le han hablado en la Universidad de Magisterio o Pedagogía de aquella escuela que hay en Inglaterra donde los niños y niñas hacen lo que quieren. Pero muy poca gente sabe realmente cómo es. Me sorprende muchísimo que un sitio tan especial, tan revolucionario, tan sanador para las personas, no sea apenas conocido y no se le dedique más tiempo e importancia en las carreras de Educación. ¡Qué pena! ¡Qué error! Así que voy a aprovechar a presentárosla para que la descubráis o conozcáis más sobre ella (los que ya la conocíais) y se entienda la importancia y necesidad de que existan este tipo de espacios.
     
     Summerhill fue fundada en 1921 por A.S. Neill, educador con formación en psicología infantil, muy preocupado por los efectos que sobre los niños y niñas tienen el ejercicio de la autoridad (que genera miedo y ausencia de responsabilidad) y el peso de las represiones (en concreto la sexual). Neill deseaba construir un espacio que sanara a las personas y que evitara que recibieran un trato lleno de juicios y reprimendas.
"Sugiero la palabra curación, ¿pero, qué clase de curación? No quiero que se me cure de mi costumbre de preferir los colores naranja y negro; ni de la costumbre de fumar, ni de mi gusto por una botella de cerveza. Ningún maestro tiene derecho a curar a un niño de hacer ruido con un tambor. La única cura que debe practicarse es la de curar la infelicidad. El niño difícil es el niño infeliz, está en guerra consigo mismo y, en consecuencia, está en guerra con el mundo" Neill.
     Él opinaba que todos los odios, las guerras, los crímenes vienen de la infelicidad y se dedicó a observar y estudiar dónde nace la infelicidad que arruina las vidas humanas y cómo pueden criarse los niños y niñas de manera que no se presente una proporción crecida de esa infelicidad.
"...es la historia de un lugar, Summerhill, donde se cura la infelicidad de los niños y, cosa más importante todavía, donde se cría a los niños en la felicidad". Neill
     Neill pone de manifiesto cómo el ejercicio de la autoridad (empezando por mamá o/y papá) que te dicta qué hacer con tu vida, que te autoriza a hacer o desautoriza, que te juzga y te alaba o te castiga, te aleja de la autonomía y la responsabilidad, ya que haces las cosas para otro. Tu comportamiento depende de las indicaciones de otros y aprendes a actuar para que esos otros estén contentos. Eso te mantiene alejado de ti mismo y te avoca a depender el resto de tu vida de figuras que sigan representando esa autoridad. Además de generar en ti, sin darte apenas cuenta, rabia y odio hacia quiénes han ejercido dicha autoridad.
     Esto puede sonar un poco extremo pero cualquiera que haya rozado la terapia y se haya mirado hacia dentro, sabrá de lo que estoy hablando y entenderá, ahora como adulto, cómo puede afectar nuestra forma de actuar a los niños y niñas con los que convivimos. Ya he hablado antes de estos temas porque precisamente, la intención de las Escuelas Democráticas es que las personas que las forman desarrollen su autonomía y su responsabilidad tomando decisiones y aprendiendo a funcionar como seres libres que eligen qué hacer con su vida, sin seguir forzosamente un patrón que nada tiene que ver con sus inquietudes e intereses.
     Os animo a leer a Neill, su libro sobre su escuela es maravilloso y te hace cuestionarte mucho tus convicciones acerca de la educación. Es de obligada lectura para cualquiera que tenga interés en las Escuelas democráticas, tanto como familia como docente y muy recomendable para cualquiera.



     Ahora es Zoë, la hija de Neill, la que dirige la escuela y no es muy diferente de la que dirigía su padre hace años. 
     En Summerhill los niños y niñas viven y estudian. Están organizados en función de la edad en 5 grupos: San, Cottage, House, Shack y Carriage. Cada grupo tiene un "house parent", el adulto de referencia que les atiende y les cuida en la zona en la que viven y está siempre disponible para lo que necesiten. Los mayores (Shack y Carriage) asumen voluntariamente responsabilidades que tienen que ver con el cuidado y atención hacia los demás, como ejercer de "Bed officers", acompañándoles para irse a dormir y despertándoles por la mañana; de "Ombudsmen", funcionando como mediadores y mediadoras etc. Además hay otras responsabilidades que asumen que tienen que ver con el funcionamiento general de todo, como coordinar comités, trabajar en la cocina o moderar y escribir actas en el School Meeting (Asamblea), que es un trabajo muy serio y difícil para el que hay que estar entrenado/a, etc. 
      Cada grupo tiene unos derechos y unos deberes específicos que varían según la edad y que conocen y deben respetar, como la hora de acostarse, las salidas al pueblo, el uso de la cocina, películas o videojuegos que pueden ver, pertenecer a determinados comités, etc. 


Foto de su web
      Todo en Summerhill funciona sin apenas darte cuenta de todas las piezas que están activas, pero detrás hay un montón de niños, niñas y adultos que ejercen su responsabilidad con respeto hacia toda la comunidad. Si algo falla o alguien tiene quejas, se lleva cada lunes o viernes al School Meeting donde se debate, se decide y se cambia alguna norma, si fuera necesario. Todo el mundo ahí conoce las normas y las tienen a mano, escritas en el "Law Book" que cuelga en un corcho del comedor. Adultos y niños/as son iguales en términos de respetar las normas y en términos de autonomía y responsabilidad (los peques, lógicamente, pueden necesitar más ayuda en determinados momentos) y eso hace que la vida allí sea una delicia, la verdad.


     La educación en Summerhill, como en la mayoría de Escuelas Democráticas, es libre. Cada niño o niña elige qué quiere hacer con su tiempo y qué quiere aprender. Decide cuándo ir a clase y cuándo quedarse jugando. Decide si quiere o no preparar los exámenes para obtener la titulación de Secundaria y seguir estudiando. Decide todo acerca de su formación, de esta manera es protagonista de su vida, de su educación y de sus relaciones sociales. Esa es la única forma de crecer como personas responsables de sí mismas. ¿Cómo esperamos responsabilidad de personas que no han podido ser ellas mismas? Los niños y niñas están hartos/as de escuchar de sus padres y madres "eso no se dice, eso no se toca, eso no se hace, no te subas ahí, no te toques ahí...¡pórtate bien!  y ¡estudia mucho! " 
    ¿Alguien sabe lo que significa "portarse bien"? y ¿Por qué quieren los adultos que su hijo/a estudie mucho? ¿para que sea feliz? ¿para que aprenda, aunque sea a la fuerza porque no le interesa nada lo que le hacen aprender? ¿o porque en el fondo se carga a los niños y niñas con la responsabilidad de quedar bien para que sean los adultos los que queden bien? ¿o porque los adultos proyectan en los hijos/as sus frustraciones de lo que no han podido ser? ¿o porque hacemos lo que hicieron con nosotros y no hacemos nada para cambiarlo? o...tal vez, porque lógicamente creen que si estudian tendrán más posibilidades en el mercado laboral, ya que la sociedad parece que nos transmite eso. Pero muchas personas ya sabemos que la educación exitosa, la que ayuda a crear personas íntegras, capaces, responsables, empáticas, conectadas, responsables, inteligentes y llenas de sed de aprender, son las que se educan en libertad. El problema lo solemos encontrar casi siempre en que es el sistema educativo el que se encarga de matar esas capacidades naturales que tenemos todas la personas al nacer y el daño va siendo mayor conforme vamos creciendo. Pero de esto ya he hablado mucho en otros post y no me voy a repetir.

     Neill dejó muy claro la diferencia entre libertad y libertinaje. En estas escuelas, la libertad es lo importante, la libertad de elección y la libertad de ser uno mismo; y para evitar que se de el libertinaje deben estar los límites muy claros. Por eso las normas y el sistema que se encargue de hacer que se cumplan deben funcionar constantemente.
     Unos límites claros y firmes dan a las personas, y sobretodo a los niños y niñas, seguridad para saber por dónde moverse (es como saber dónde está el suelo, dónde puedo pisar sin caerme). Unos límites poco claros provocan inseguridad, angustia y generan necesidad de control, de ahí que muchos peques adquieran el rol de controladores en sus casas porque papá y mamá no asumen esa responsabilidad.

      Summerhill ha demostrado ser un lugar curativo para las personas que pasan tiempo ahí. Se percibe un bienestar especial y se nota que las relaciones sociales están menos forzadas en general. Esto se nota especialmente entre los adolescentes, entre los cuales no se percibe la tensión ni el malestar típico de esa fase de nuestra vida en la que uno no está muy a gusto en su piel y se rebela contra todo. Es como si realmente no hubieran generado ese odio del que hablaba Neill y fueran gente feliz.

      Hay un esbelto y fuerte testigo de lo que ha ido ocurriendo durante tantos años en este lugar tan especial. Le he preguntado, me he subido a él y he mirado con sus ojos. Sabe mucho pero no me lo ha contado todo.






Continuará...

sábado, 17 de enero de 2015

Glosofobia

      

     Se abre el telón, veo al público que me mira y yo avanzo con cierta seguridad sobre el escenario diciéndome: "vas bien, Carla, no has tropezado, te acuerdas del texto, estás nerviosa, mucho, pero vas a hacerlo muy bien". Me coloco frente al público, un foco me ilumina solo a mí, el silencio que llena la sala está a punto de romperse con mi primera frase "¿Cómo?,el celoso Oberón..." y justo cuando abro la boca...¡horror! mis labios se han quedado pegados a mis encías, se han rizado por encima de mis dientes y casi no puedo hablar. Mi boca está seca como cartón y no puedo juntar los labios y, por lo tanto, no puedo pronunciar muchas consonantes. Me inunda el pánico, me muero de nervios y de vergüenza, no sé si salir corriendo o seguir haciendo el ridículo...

     Era la primera vez que hacía una obra de teatro hace ya unos 12 años. Representaba a Titania, la reina de las hadas de "El sueño de una noche de verano", ni más ni menos, y al final, hice el ridículo durante más de una hora porque no me atreví a salir corriendo y dejar colgados a mis compañeros y compañeras.
    Cada vez que cuento esta anécdota de mi vida como artista, mis amigas se parten y lo recuerdan muertas de risa (¿verdad, Lucía?) pero yo lo pasé fatal, la verdad. 

       Después de aquello, la primera vez que hablé en público colaborando en alguna charla, me pasó lo mismo, menos mal que podía tomarme tiempo para beber e ir más despacio.

      GLOSOFOBIA dicen que se llama (glosa es lengua en latín), es el miedo a hablar en público y de repente, estos días se habla de ello en los medios de comunicación, de sus causas y de cómo remediarlo. 
      Afortunadamente yo ya lo superé, o me acostumbré, y siempre tomo precauciones por si acaso (pastillas para salivar) pero parece que hay mucha gente que lo sufre y hay cursos y técnicas para superar la ansiedad que genera y sacar partido a los nervios que se tienen en lugar de temerlos.

    ¿Y por qué hablo de esto? Porque pienso en los niños y niñas de El Dragón y de las Escuelas Democráticas en las que se hablan las cosas y se realizan asambleas semanales, y estoy convencida de que a ellos y ellas les costará mucho menos expresarse en público. 
     Pienso esto por varias razones: una, porque son personas que reciben muy poco juicio y que van creciendo con mucha seguridad, sin importarles demasiado lo que opinen los demás, así que suelen decir siempre lo que piensan aunque sepan que no va a gustar. Por otro lado, están acostumbradas a hablar ante una audiencia grande de niños, niñas y adultos de distintas edades (en El Dragón al menos ante 38) y, si te pasas gran parte de tu vida haciendo eso (aunque sea ante personas conocidas), es posible que cueste menos luego hablar ante audiencias nuevas.
     En mi colegio, cuando era niña, rara vez hablábamos en público, se hablaba ante las compañeras (cole de monjas, claro) cuando la profe te preguntaba la lección, y siempre había juicio en eso. Cuando escuchaba mi nombre, me echaba ya a temblar, entonces decía la maestra "sal a la pizarra" y ahí ya solo mandaba la suerte y que me preguntara justo la parte que me había estudiado, no lo que yo sabía (eso nunca importaba), sino la que había memorizado, aunque no la entendiera. Y así años y años de educación temblando cada vez que oía mi nombre... Lo peor fue cuando en mi clase coincidimos tres niñas llamadas Carla y cuando la profe decía el nombre, el tembleque se alargaba hasta que decía el apellido...se me hacía eterno.

     Pues eso, que yo no paro de verle ventajas a esto de la Escuela Libre y cada día me sorprendo viendo lo bien que crecen y se educan los dragones y dragonas con los que convivo a diario.

¡Suerte con vuestra GLASOFOBIA!



domingo, 11 de enero de 2015

Los niños no pegan a las niñas

        Estos días he visto en las redes sociales como algunos de mis contactos han compartido un vídeo de esos en los que salen niños haciendo algo que te hace decir "qué monos son" o "aprendamos de los niñ@s ya que están menos contaminad@s" (cosa cierta). Últimamente veo muchos vídeos en los que se hacen "experimentos" con ell@s para mostrar así algún tipo de mensaje a la sociedad. Y creo que algunos son buenísimos, la verdad y me emocionan, pero no es el caso del que quiero comentar hoy.
      El vídeo del que hablo hoy quiere mostrar la reacción de algunos niños cuando se les pide que den una bofetada a una niña. Creo que pretende dar un mensaje de que la violencia de género y el machismo no está presente en las relaciones infantiles. Lo que yo creo es que el vídeo no muestra eso y que además ese mensaje no es cierto.
     Os dejo que lo veáis primero, aunque es posible que ya lo conozcáis ya que es uno de esos que ha recibido miles de visitas en youtube:


¿Qué os ha parecido? 
    Yo tengo que reconocer que no me ha gustado nada y que me parece una "engañifa" con mensaje totalmente contradictorio: "En el mundo de los chicos las chicas no son golpeadas", ésta es la frase, dicha por uno de los niños, con la que se cierra el vídeo a modo de bandera. Mi traducción para esta frase es "EL HOMBRE NO DEBE PEGAR AL SEXO DÉBIL". Alguno de los niños dice no estar a favor de la violencia, cosa que me parecería suficiente y perfecta como mensaje pero el/la que haya realizado este vídeo elige usar ese otro mensaje.
     Han elegido únicamente a niños para realizar el experimento, por lo tanto ya no me sirve como muestra representativa de la infancia porque se ha invisibilizado a la mitad de la población (que tiene mucho que decir, tanto como los chicos).
     Han elegido a una niña, que además es muy mona, rubia, sonriente (bueno, la han elegido con ortodoncia, probablemente para evitar críticas como la que estoy haciendo yo) pero que no dice ni una palabra. Es un objeto para que los niños hagan con ella lo que les indica el adulto realizador del vídeo: caricias, muecas para hacerla reír y por último, pegarla..."Ah! eso NO, NI HABLAR!!! Todo lo demás lo hago (con el objeto que me das), pero abofetearla no...porque es una niña y a las niñas no se les pega" y me pregunto yo ¿Sólo a las niñas?
     Y esto se supone que está demostrando que en el mundo infantil no hay machismo ni sexismo.

    Quiero utilizar las definiciones que hace Nuria Varela en su fantástico libro "Feminismo para principiantes" para aclarar algunos conceptos:
"El machismo es un discurso de la desigualdad. Consiste en la discriminación basada en la creencia de que los hombres son superiores a las mujeres [...] El sexismo se define como el conjunto de todos los métodos empleados en el seno del patriarcado para poder mantener en situación de inferioridad, subordinación y explotación al sexo dominado: el femenino." 
    Y aprovecho para invitaros a leer este libro, tanto a hombres como a mujeres, para tomar conciencia y luchar por la igualdad, situación en la que TOD@S saldríamos ganando.

     Probablemente más de un@ me haya tachado ya de feminista y debo decir que ¡a mucha honra! y que toda mujer y todo hombre que entienda qué es el feminismo, también se autoproclamaría feminista. El feminismo no busca la superioridad de la mujer con respecto al hombre, ni siquiera pretende que hombres y mujeres seamos iguales, cuando es un hecho que no lo somos, simplemente busca la igualdad desde la justicia, es decir en cuanto a derechos y deberes, y lucha para que el simple hecho de haber nacido mujer no sea un factor de riesgo. Si os entran ganas de profundizar más, leed el libro, es una joya.

    Es cierto que l@s niñ@s están menos contaminados por los prejuicios sociales y son muy auténticos y naturales pero l@s niñ@s se construyen por lo que viven en sus casas sobretodo y, a día de hoy, es muy difícil que nuestros actos no estén teñidos de ese machismo y sexismo en el que nos hemos criado. Muchas mujeres somos machistas (aunque nos cueste identificarlo y asumirlo) porque así hemos sido educadas, y en las relaciones nos colocamos en lugares que refuerzan la superioridad masculina. 

      Cada cual, a nivel personal, puede hacer lo que quiera con esta información pero para todas las personas que trabajamos y convivimos con niñas y niños es una necesidad y una obligación que estemos atentas a nuestra actitud y a los mensajes que transmitimos. Y además, es realmente importante que los mensajes no sean contradictorios.

      Este vídeo me ha dejado realmente preocupada porque está muy lejos de mostrar igualdad social entre géneros, porque refuerza la idea de que el sexo femenino es el sexo débil, porque es profundamente machista y a pesar de esto, un montón de personas lo han valorado como algo precioso, maravilloso y como herramienta que lucha contra la violencia hacia las mujeres.

     Queridas personas que me leéis: mi intención con esta crítica no es juzgar a nadie (bueno, tal vez un poco a quien realizó el vídeo sí, por confundir con su mensaje) pero sí hacer saltar una alarma que os lleve a cuestionaros lo que pensáis y el por qué hacéis y decís ciertas cosas a los niños y niñas que os rodean; y también que os lleve a decidir qué acciones elegís realizar para contribuir a un cambio hacia una verdadera igualdad. A mí, lo mío me cuesta a nivel personal (hay ciertas huellas que son difíciles de limar después de una educación patriarcal) pero a nivel profesional procuro estar muy atenta y tratar a niños y a niñas con absoluta igualdad social.


 Chicos o chicas junt@s