domingo, 7 de diciembre de 2014

Vuelvo a "Yover"


       Esta semana he cumplido un año más, he cogido un catarro que me ha dejado en cama unos días y me he encontrado con un vídeo que quiero comentar. Tal vez todo esto ha hecho que me entren ganas de sentarme a teclear.
       Hace mucho mucho que no escribo en mi blog. No por falta de ganas ni por falta de anécdotas para contar, sino por falta de tiempo para sentarme y dedicar a mis artículos el tiempo que me gusta dedicarles. El Dragón, la Escuela Libre y Democrática en la que comencé hace ya más de un año sigue volando con un montón de niños y niñas que crecen cada día en libertad, desarrollando su autonomía y responsabilidad de forma natural; simplemente observando y aprendiendo de la realidad, de sus experiencias diarias, de sus retos, de sus preguntas, de sus conflictos, de los libros, de los juegos, de sus enfados, de los adultos, de los animales, de escucharse a sí mismos/as y de ser escuchados/as y acompañados por adultos que les quieren, les ayudan y les respetan. 
       Y yo sigo volando y creciendo cada día con El Dragón porque estar en un proyecto como éste requiere de mucha coherencia y sinceridad con una misma. El Dragón no es mi trabajo, se ha convertido en una forma de vida porque la persona que va ahí de lunes a viernes sigue siendo la misma que hace planes con su gente el resto del tiempo, y una no puede ponerse y quitarse una careta de escucha activa, comprensión, respeto y humildad en función del lugar en el que le toque estar. Es un camino a veces difícil, no lo voy a negar, pero merece la pena porque siempre salgo ganando. Siento que este proyecto me hace fuerte y me hace mejor persona (si algún día encuentro el tiempo suficiente para contaros mi evolución personal y emocional, entonces será el momento de escribir un libro).

      Algunas personas me habéis pedido que siga escribiendo para contar cosas de El Dragón, de cómo es el día a día y cómo funcionamos ahí. Intentaré hacerlo en artículos futuros pero hoy me ha inspirado un vídeo que he visto y del que quiero hacer un pequeño análisis.

      Nunca he entendido a las personas que cuelgan vídeos de sus hijos/as haciendo "cosas" para que gente desconocida lo vea, supongo que desean compartir algo gracioso o algo impresionante que saben hacer los peques pero siempre me pregunto si no habrá un cierto toque irrespetuoso hacia los protagonistas del vídeo. No lo sé, igual es cosa mía.
    Antes de seguir leyendo, os invito a ver el vídeo de unos niños encantadores que han jugado con pintura, han pintado sus caras y han montado un buen lío según opina el padre. Se llama "Niños pillados con la cara pintada"




     Podríamos decir que el vídeo es encantador, que los niños son una ricura y que el padre hace todo lo posible para educar correctamente a sus hijos pero no cuelgo el vídeo para eso. No es mi intención juzgar a este padre que seguramente hace lo que cree que es lo mejor para la educación de sus hijos pero ya que ha decidido colgarlo y mostrarlo, aprovecho para opinar sobre varias cositas que siento que podrían hacerse de otro modo. No conozco a esta familia de nada, si la conociera jamás usaría el vídeo así que tomadlo como si se tratara de un fragmento de una peli dónde intentamos aprender sobre educación. 

   A algun@s os parecerá algo exagerada mi crítica. No espero que todo el mundo lo entienda ni que estéis de acuerdo con mi punto de vista pero, como siempre, os invito a cuestionaros el por qué hacéis y decís las cosas que decís a los niños y niñas con los que vivís, trabajáis u os cruzáis. 

    Estos dos niños que vemos en el vídeo son muy pequeños y necesitan jugar, así es como van conociendo el mundo. Ya hablé en un artículo sobre "La importancia del juego" hace tiempo. Jugar es lo más serio que pueden hacer los niños y niñas y hay que respetárselo, eso sí, con unas normas bien claras que ellos/as también deben aprender a respetar (que aprendan a hacerlo es responsabilidad de los adultos). Cuando esas normas no se cumplen, entonces tiene que haber consecuencias lógicas, relacionadas con el hecho y que se ajusten a la edad y capacidad de los implicados, en este caso la de estos dos hermanos. 
    Para un adulto, encontrarse con la situación que se encuentra este padre, puede ser desesperante, y si ocurre justo antes de ir a dormir, la cosa se triplica pero el hecho es que, si miramos con ojos didácticos, estos dos se han buscado la vida para construirse una escalera con bloques y coger lo que más deseaban en ese momento y se lo han pasado en grande. En ese rato han sido amigos, hermanos, compañeros de faena, constructores, maquilladores, etc..y todo lo que el juego les haya permitido tirar de su imaginación. Por lo tanto, el mensaje que se les dé nunca debería ser "habéis hecho algo MALO", nunca. Se les puede transmitir que han hecho algo que a ti no te gusta y que han ensuciado cosas que son tuyas y que cuesta mucho limpiar, o que han gastado una pintura que cuesta dinero o que era para otra cosa y que te gustaría que te pidieran permiso para usarla. Pero sobretodo habría que decirles que ya que son autónomos para decidir hacer lo que han hecho, ahora deben ser responsables y arreglar el "desastre" recogiendo y limpiando  lo que han ensuciado (necesitarán mucha ayuda porque son muy pequeños pero deben ayudar a limpiar suelo, muebles, sus caras, poner lavadoras, etc...). Lo que de verdad necesitarían estos dos es tener algún momento y un espacio adecuado en el que pudieran jugar con pintura todo lo que quisieran. Al estar permitido, tal vez no lo harían a escondidas y al estar controlado, solo mancharían lo que está permitido.

      El padre les pregunta que si debe castigarles o dejarles sin zumo, tal vez. Ninguna de las dos opciones está relacionada con el hecho en sí, salvo que el tiempo que necesiten para limpiarlo todo, sea tal que no tengan tiempo para tomar el zumo, para ver una peli o para hacer otra cosa, en cuyo caso tendría más sentido. Un castigo aleatorio, separado del hecho en sí no tiene ningún efecto positivo en l@s niñ@s (entendiendo por positivo algo que les haga entender, ser consecuentes y responsables). El castigo sale de la impotencia del adulto para arreglar la situación, o muchas veces de su propio enfado pero el hecho es que al decir "te quedas sin zumo" está diciendo "te fastidias", y recibir eso de tu padre hace daño, mucho daño y genera rabia y agresividad (rabia y agresividad que en ese caso le corresponden a un adulto que no las sabe gestionar y que actúa desde la autoridad que tiene el poder). 
     ¿Entendéis que aunque el adulto no esté enfadado al decirlo, el mensaje en sí de "te fastidias" ya lleva implícita cierta agresividad aunque solo sea por el lugar de poder desde el que se dice? Y aunque en el adulto no haya tal agresividad, desde luego el efecto que genera sí va cargado de tal emoción. Pensad en vuestra infancia y adolescencia.
      Dejar a los hermanitos sin zumo es quitarles algo que les hace bien, supongo, y algo que además parece que les gusta mucho por lo tanto no tiene sentido quitarles eso porque han llenado todo de pintura. "Como habéis hecho algo que me enfada mucho, ahora os quedáis sin algo sano para vuestro cuerpo que os ayuda a crecer mejor".

    Otro tema sobre el que os animo a reflexionar es el siguiente:
    Los hermanos y hermanas mayores de la familia siempre se quejan del papel que les ha tocado desempeñar con el resto de hermanos, y en parte tienen razón. Un niño o niña está tan feliz con su familia y de repente nace otro ser con el que tiene que compartirlo TODO y se espera de él que le cuide, le quiera y hasta le eduque. ¡Vaya carga! Los hijos e hijas son de los padres y madres, y son ést@s quienes los deben cuidar. En casa debe de haber unas normas que regulen la convivencia entre hermanas/os pero hay que tener mucho cuidado con esperar que alguien sienta a la fuerza algo que no siente (si un niño no quiere a su hermanita, hay que respetar sus sentimientos y dejar claro simplemente que no puede hacerla daño pero no hacerle sentir mal por no tener sentimientos de amor hacia ella...ya llegarán).
    Cuando el papá del vídeo pregunta "¿Por qué no dijiste nada? ¿Quién es el hermano mayor?" casi se puede escuchar el desgarro del pequeño al haber defraudado a su papi por algo que ni siquiera es responsabilidad suya (mirad su carita, su gesto y el pequeño suspiro a continuación). Eso puede hacer muchísimo daño al niño y sobretodo puede generar mucha rabia y odio hacia el hermano y hacia el padre (rabia y odio que quedará reprimida porque no tendrá la libertad de expresarla)
   Querida mamá y querido papá,  
Si has elegido la responsabilidad de tener un hijo o una hija, por favor, edúcalo tú u otro adulto en tu lugar, no cargues con esa responsabilidad a un menor. A los niños les toca ser niños, a los mayores les toca ser mayores, y cada uno en su lugar puede desarrollar su grado de responsabilidad.

    El  momento crucial para mí en este vídeo es en el minuto 2:28, cuando el padre se ríe (pues la situación es muy cómica vista con ojos adultos) y el niño le pregunta con mucha seriedad "What is funny?", exactamente la tercera vez, cuando el pequeño se lo pregunta harto de la risa incomprensible de su papá y parece que empieza él a estar enfadado (con razón, diría yo). 
    Los adultos tenemos la costumbre de reírnos de todo lo que hacen los niñ@s pequeñ@s, incluidos los momentos que son de gran seriedad para ell@s. Les miramos como cachorritos que hacen monerías, y el mensaje que les llega de nuestra parte es "no te estoy tomando en serio". Es verdad que son una delicia, es verdad que hacen y dicen cosas que te los comerías (¡yo, la primera! y a estos del vídeo me los comía hasta con pintura puesta. Ya hablé del artículo de Martín Garzo sobre las madres Ogresas en mi artículo "Cómo se escribe la "ja") y es verdad que te hacen partirte de risa, pero el por qué nos pasa eso, ellos no lo entienden y además les ofende profundamente. Así que os pido desde aquí que estemos atentos y atentas a lo que hacemos y decimos delante de ell@s porque no son payasos de circo que estén ahí actuando para nosotros, son personas que están creciendo y aprendiendo de nosotros y que esperan ser tomadas en serio y guiadas para convertirse en personas autónomas y responsables. (Tod@s podemos aguantar la risa o darnos la vuelta y disimular si sabemos que eso evita confundir a un niño o niña)

    He visto el vídeo varias veces y acabo sufriendo por esos dos peques que ni siquiera saben qué deben contestar a las preguntas para no ser juzgados de "malos" y para no desatar la ira de papá. Están confundidos, ni siquiera tienen claro qué es lo que han hecho bien o mal. Parece un momento muy serio ya que se han metido en "un buen lío" y papi amenaza con castigarles, parece muy enfadado y sin embargo se ríe a veces y eso confunde aún más. 
    Hay que explicar a los niños y niñas lo que esperamos de ellos cuando se les dice "pórtate bien" porque ese "bien" es algo tan abstracto, tan poco concreto que genera mucha inquietud. Sin embargo entienden perfectamente instrucciones claras acerca de cómo esperamos que sea su comportamiento.

     No nos damos cuenta de cómo jugamos con mucha frecuencia con las emociones de l@s niñ@s, solo para no perder el poder y el control sobre ell@s porque si les dejamos que tengan el control y sean responsables de su vida...¿Qué pasaría?




2 comentarios:

Isabel Porres dijo...

Interesante.Gracias por compartir tu visión, me hace a reflexionar. Estaría muy bien que actualizaras más amenudo.
Un saludito!

patricia dijo...

Estos dos niños son un encanto y me duele mucho ver sus caras de perplejidad porque no entienden ni que han hecho mal, El padre insiste en hacerlos sentir culpables, les pregunta varias veces de quien es la culpa y … bueno
Quizá yo no hace mucho hubiera hecho lo mismo porque se supone que es lo que hay que hacer… castigarlos cuando hacen algo fuera de lo común o fuera de las normas ….
Gracias por estas reflexiones tan acertadas y humanas